Fuente: Marca |
La vida son ciclos. Unas veces estas arriba, y otras, estás abajo. Pero lo importante de todo esto es aprender de los errores y levantarse tras la caída. Y eso es lo que va a tener que hacer el Real Madrid de Pablo Laso a partir de mañana. Estoy segura de que lo harán.
Del partido en sí poco se puede decir. Siendo sinceros, no ha sido un buen día para el conjunto madridista, ofensivamente hablando. La defensa ha sido buena en la mayor parte del partido, pero cuando los tiros no entran... Al descanso, el porcentaje en triples era 1/12, y aunque en la segunda mitad se ha mejorado levemente este aspecto (dos triples de Sergio Llull nos hicieron soñar con la remontada por un segundo), no fue suficiente para vencer a un gran Fenerbahçe. Como anécdota, decir que Bogdanovic no había anotado ni un punto en los primeros veinte minutos y terminó con 16. Ahí es nada.
¿Cuáles son las claves de la derrota? Una servidora no está lo suficientemente capacitada para decirlo a ciencia cierta. Lo que sí puedo afirmar es que el arbitraje que ha sufrido el Real Madrid durante toda la temporada ha sido una absoluta vergüenza. Todavía estamos esperando a que nos expliquen por qué se nos ha pitado técnica hoy o por qué sólo hemos visitado la línea del 4'60 en unas pocas ocasiones (vale, hemos fallado muchos de esos tiros libres y no habría cambiado nada, pero los datos están ahí), o por qué a nuestros jugadores les basta con rozar al contrario para que les caiga una personal.
Otro aspecto que me ha decepcionado mucho (esto es una opinión personal) ha sido gran parte de la afición presente en el Palacio hoy. ¿Por qué la gente no se ha puesto la camiseta que les habían regalado? ¿Por qué no estaban animando, de pie, igual que Berserkers y Ojos del Tigre? Y, lo que más me ha sorprendido (y molestado): ¿por qué algunos han abandonado el Palacio a mitad del último cuarto? Creo que todos estaréis de acuerdo conmigo en que este equipo se merece una ovación final, como se ha acabado llevando. Los que se han quedado en el Palacio se han puesto de pie para aplaudir a unos jugadores, a un cuerpo técnico, que nos ha dado (y nos dará) muchas alegrías. Personalmente, es un auténtico ORGULLO ser aficionada de este equipo.
¿Qué queda ahora por hacer? Primero, recuperarnos de este palo que nos acabamos de llevar, porque, no voy a engañaros, duele. Segundo, luchar por la ACB, aprovechando que ahora tendrán más tiempo para descansar (y es que siguen siendo humanos). Y, tercero, no dejar de creer ni por un segundo en que somos un equipo. La unión hace la fuerza, no lo olvidéis.
Fuente: Real Madrid |
El domingo viajaremos a Barcelona para disputar el cuarto Clásico de la temporada. A los que hoy os habéis bajado del carro y a los rivales, sólo os digo una cosa: volveremos.
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