Fuente: AS |
Tras una presentación espectacular (y más que merecida), Tyrese Rice daba por inaugurado el encuentro con una canasta, a la que rápidamente contestó Felipe Reyes. Un robo y posterior mate de Sergio Llull daba la primera ventaja blanca, aunque Monia empataba el encuentro. Dos triples consecutivos de Llull daban comienzo al festival blanco desde el 6'75, un espéctaculo al que se sumaron Rudy, Felipe Reyes, Jaycee Carroll y Sergio Rodríguez, que fue el encargado de poner punto y final al primer cuarto con un triple muy "llulliano". En cuanto a los rusos, se encomendaban a Rice para seguir con opciones tras los primeros diez minutos (33-28).
En el segundo cuarto, hubo un duelo de altura: Tyrese Rice y Jaycee Carroll calentaron las muñecas y encestaban todos los balones que caían en sus manos (pese a que al escolta de Wyoming le anularon un triple por falta previa). Pero Carroll no fue el único jugador blanco que se lució en este período. Hay que destacar y alabar la excelente labor de Willy Hernangómez en la pintura, haciéndose dueño y señor de todo y defendiendo como si le fuera la vida en ello cada vez, anotando además gracias a las buenísimas asistencias de los Sergios. La lucha incansable de Felipe, y los tiros libres del Chacho daban ventaja a los blancos, pese a que la explosión anotadora de Rice daba motivos a los suyos para seguir soñando con la remontada al descanso (54-49, minuto 20).
Tras el paso por los vestuarios, el Real Madrid Baloncesto se dedicó principalmente a hacer algo que en lo que había sido muy irregular durante toda la temporada: defender. La excelsa defensa sobre Rice (Llull, que hoy cumplía 200 partidos en Eurolague, fue el principal artífice) secó al base americano, que tras los 22 puntos que había anotado en la primera parte no volvió a ver aro hasta el último cuarto, y fueron tiros libres. Mientras los blancos defendían y anotaban algunos triples y canastas, había en el banquillo un jugador que más bien parecía una de las cheerleaders: Andrés Nocioni. El argentino, que había disfrutado de minutos en el primer cuarto (y es que ni con los tobillos amputados accedería a perderse un partido así), se ponía en pie cada pocos segundos para arengar al público, pidiendo más apoyo. Y lo logró. El Palacio no dejó de animar a su equipo ni un solo instante. En la pista, un triple de Koponen enviaba el encuentro a la lucha de los últimos diez minutos (66-58, minuto 30).
Y ahí volvió Carroll, totalmente "on fire" para anotar un parcial 5-0 él solito en los primeros compases del último cuarto. Pero, una vez más, los árbitros intervinieron para deslucir levemente el encuentro. Una antideportiva de Sergio Rodríguez sobre Rice encendía el Palacio, y el propio Rice intentaba buscarle las cosquillas al tinerfeño, seguramente buscando una técnica a su favor. Sin embargo, Sergio, que sabía perfectamente lo que se estaba jugando, le ignoró y el partido siguió su curso. Y ahí fue cuando Rice aprendió una lección que no debería olvidar: nunca se debe calentar los ánimos de un jugador como el Chacho. El base blanco dio muestras de su mejor juego, asistiendo (repartió 10), anotando de dos y de tres y creando juego como sólo él sabe. ¿El resultado? Un 83-70 favorable al Real Madrid y el billete para cuartos en el bolsillo.
Creer, luchar, ganar. Ésa es la filosofía que define al Real Madrid Baloncesto. Ahora, Fenerbaçe aguarda en Turquía, pero eso ya será otro día. Este triunfo es de todos. Disfrutémoslo.
Fuente: Marca |
Y ahí volvió Carroll, totalmente "on fire" para anotar un parcial 5-0 él solito en los primeros compases del último cuarto. Pero, una vez más, los árbitros intervinieron para deslucir levemente el encuentro. Una antideportiva de Sergio Rodríguez sobre Rice encendía el Palacio, y el propio Rice intentaba buscarle las cosquillas al tinerfeño, seguramente buscando una técnica a su favor. Sin embargo, Sergio, que sabía perfectamente lo que se estaba jugando, le ignoró y el partido siguió su curso. Y ahí fue cuando Rice aprendió una lección que no debería olvidar: nunca se debe calentar los ánimos de un jugador como el Chacho. El base blanco dio muestras de su mejor juego, asistiendo (repartió 10), anotando de dos y de tres y creando juego como sólo él sabe. ¿El resultado? Un 83-70 favorable al Real Madrid y el billete para cuartos en el bolsillo.
Creer, luchar, ganar. Ésa es la filosofía que define al Real Madrid Baloncesto. Ahora, Fenerbaçe aguarda en Turquía, pero eso ya será otro día. Este triunfo es de todos. Disfrutémoslo.
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