Si hubiera que definir los primeros minutos del encuentro en una sola frase, sería "intensidad nula". Los dos equipos saltaban a la cancha bastante relajados, pese a que el visitante se jugaba la vida. En el caso de los de Laso, suponemos que la novedad de jugar ahora sólo un partido a la semana les tiene un poco descolocados, tras la temporada que han vivido hasta hace poco. Además, un Palacio prácticamente vacío (otra novedad) daba más frialdad al partido. Sin embargo, a medida que iban pasando los minutos los jugadores empezaban a entonarse, especialmente un desconocido Trey Thompkins y el "ladrón" Ayón, que ejercía de base y repartía asistencias como si fuera Sergio Rodríguez. Finalmente, el cuarto terminaba con ventaja blanca (21-16, minuto 10).
Y ya en el segundo cuarto, el Real Madrid decidió que había que terminar el partido por la vía rápida si no querían perder las reservas para comer, y, en un abrir y cerrar de ojos, asestaron un parcial de 16-0 que acabó rompiendo, precisamente, el jugador que lleva el dorsal 16 en Obradoiro, el canterano madridista Santiago Yusta. El joven madrileño fue el mejor de los suyos, anotando 15 puntos en los primeros 20 minutos (y en sólo 9:32 minutos de juego), y, junto a Sergio Llull, que se unió al recital del canterano (y anotó otros 15 puntos) pusieron algo de energía a un partido que, honestamente, estaba siendo soporífero. Justo en los últimos segundos del cuarto y, como es ya tradición, el base menorquín puso punto y final a la primera mitad con un triple de los suyos, dejando el marcador en un claro 54-35 al descanso.
El resto del encuentro no tuvo mucha más historia. Los blancos manejaban una renta más que cómoda, mientras los de Moncho Fernández intentaban soñar con la remontada. Sin embargo, los madridistas seguían siendo muy superiores, y lo demostraban mientras miraban de reojo el reloj, esperando que el partido terminara cuanto antes para poder irse a casa. La relajación blanca era tal que se podía ver a Laso sentado charlando con sus ayudantes, mientras sus jugadores reían y hablaban de vaya usted a saber qué en el banquillo. Finalmente, y tras un partido que a muchos se nos hizo demasiado largo, los blancos sumaban una nueva victoria (111-81, minuto 40).
Pues hasta aquí la crónica de hoy, amigos. Disfruten del domingo y felicidades a todas las mamás, que son el motor de nuestras vidas.
Fuente imágenes: ACB Photo.
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