Nueva victoria para los blancos. Una muy especial, pues no sólo pone el 2-0 a favor en la eliminatoria (asegurando que, en caso de haber 5º partido, sería en Madrid), sino porque esta victoria ha sido la número 1000 del equipo de la capital de España en ACB. Sin embargo, pese a lo bonito de la cifra, lo importante es que los de Laso viajan a la tierra de la horchata y la paella con una clara ventaja. Sólo necesita una victoria más para clasificarse.
Lo avisamos en la previa: había que tener cuidado con Valencia Basket hoy. Y, si bien es cierto que los de Pedro Martínez han estado más acertados desde el 6'75, la verdad es que no han sido una amenaza mucho mayor esta noche. Los del Turia han estado bastante precipitados en ataque en los primeros minutos, quizá debido al nerviosismo provocado por el "miedo" de volver a tener un pésimo día desde la línea de tres puntos. Sus pérdidas de balón, sumadas a una excelsa defensa blanca en el primer cuarto puso las cosas muy difíciles a los visitantes, que tuvieron que ir a remolque de los blancos hasta bien entrado el segundo cuarto.
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Valencia espabiló tras verle las orejas al lobo blanco otra vez, y, de hecho, consiguieron una leve ventaja que les hacía soñar con empatar la eliminatoria, pero el Real Madrid cuenta con jugadores de altísimo nivel, y cuando están de dulce, no hay fuerza humana que les detenga. Nos referimos, por supuesto, a los cuatro jugadores más valorados del conjunto de Laso esta noche: Ayón, Carroll y los Sergios. El Chacho recuperó sensaciones tras un primer partido nefasto y nos dio muestras de la calidad que, simplemente, se le cae de las manos con cada asistencia. Ayón volvió a ser el referente bajo los aros (contando siempre con la inestimable ayuda de Felipe y Nocioni), dominando todos los aspectos del juego y siendo el más valorado de los suyos hoy (24). ¿Qué decir de Carroll? Pues que no podemos quererle más, que no nos vamos a cansar nunca de verle armar tiro en milésimas de segundo con el defensor encima o sin él y que nos encanta verle lanzar esas "bombitas". Ah, y el tapón que ha puesto tampoco ha estado nada mal. Jaycee es puro amor.
Pero si hubo un líder claro entre los blancos en la segunda mitad, ése fue, sin duda alguna, Sergio Llull. El menorquín, que había estado muy discreto los primeros veinte minutos, volvió a sacar fuerzas y energía y se dedicó a lanzar mandarinas a troche y moche, corriendo al contraataque a tal velocidad que hasta Dubljevic puso cara de asombro al verle de repente a su lado (menos mal que en el Palacio no hay guardia civiles haciendo controles, porque le multan seguro). Y, mientras hacía todo eso, también sacaba tiempo para arengar a un público que, simplemente, le adora.
¿El resultado final? Un 97-88 brillando en el electrónico, un punto más para el Real Madrid y la mejor jugada del partido para Doncic, que se marcó un triplazo sobre la bocina del segundo cuarto tras muchos minutos bregando con el juego sucio de Sato (que también volvería a intentar desquiciar a Rudy, sin éxito).
Por nuestra parte nada más, el Real Madrid pondrá rumbo a Valencia en las próximas horas para disputar el tercer (y quién sabe si definitivo) partido de la serie en la Fonteta. Las cosas serán muy diferentes en casa de los de Pedro Martínez, que ahora contarán con el apoyo de su público. Nadie dijo que esto fuera a ser fácil, ¿verdad?
Buen fin de semana.
Imágenes: ACB Photo
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