jueves, 2 de junio de 2016

El camino a seguir (82-57)

El Real Madrid Baloncesto se lleva el primer punto de la serie tras una enorme segunda parte. Sergio Llull y Rudy Fernández, los líderes en valoración del conjunto de Laso.



El recientemente fichado Travis Peterson inauguraba el marcador para su equipo con una canasta, a la que Trey Thompkins respondió rápidamente en la acción posterior. Un triple de Maciulis daban la primera ventaja blanca, pero Antoine Diot se encargaba de dar alas a Valencia Basket, ayudado de Romain Sato y Bojan Dubljevic. Los de Laso, por su parte, se apoyaban en Felipe Reyes y en Gustavo Ayón para intentar atrapar al rival, que se marchaba al final del primer cuarto cinco puntos arriba (14-19, minuto 10).

No estaba siendo el día de los Sergios, por lo que el técnico vitoriano del Real Madrid decidió confiar en el joven Luka Doncic para dirigir al equipo mientras la dupla de bases titulares descansaban e intentaban recuperar sensaciones. El esloveno aceptó el reto y lo cierto es que dirigió el juego de los suyos con acierto y templanza. ¿La consecuencia? El Real Madrid despertó del letargo y empezó a anotar y a atacar mejor, pese a las múltiples pérdidas de balón que se iban sucediendo ("parecía que no teníamos dedos", diría Laso después). Por su parte, los hombres de Pedro Martínez no tuvieron su día desde más allá del 6'75 y tras anotar tan sólo siete puntos en el segundo cuarto, los jugadores se iban al descanso dejando un 31-26 en el eléctronico.


Tras el paso por los vestuarios, se produjo el milagro: ¡Valencia anotó su primer triple! Ese lanzamiento de Shurna arengó a sus compañeros, que empezaron a anotar mejor y a aprovecharse de las pérdidas de balón de los blancos. En la otra parte de la pista, los madridistas se encomendaban a Jonas Maciulis y a los dos triples de Taylor para no marcharse del partido. Y ahí sucedió la anécdota de la jornada: Romain Sato se preparaba para entrar en pista, pero...¡con la camiseta de Stefansson puesta! No sabemos qué llevaba el islandés en ese momento, pero ese momento fue, sin duda, la anécdota divertida de los valencianistas, que tuvieron que esperar a que un utillero trajera la camiseta de Sato del vestuario para poder sacarle. Mientras tanto, y tras una falta clarísima a Ayón que los árbitros no pitaron (chocante, ¿verdad?), Sergio Llull despertó del letargo en el que había estado sumido durante los primeros minutos y se dedicó a hacer lo que él sabe: anotar canastas rarísimas (me temo que se le ha olvidado lanzar de forma normal) y liderar a los suyos, pidiendo apoyo de la afición al mismo tiempo. Tras un golpe fortísimo de Stefansson contra el hombro de Felipe que dejó al pobre islandés noqueado unos segundos, nos marchábamos a la batalla de los últimos diez minutos con ventaja blanca (47-42, minuto 30). 

Y ya en el último cuarto, la bestia blanca despertó del todo. El Real Madrid fue una auténtica apisonadora que no tuvo piedad de su rival (que seguía sin tener el día en ataque), defendió con uñas y dientes y asestó un parcial de 35-13 a Valencia Basket en esos minutos finales, gracias principalmente a la eficacia anotadora de Llull, Rudy y Carroll y a las magníficas actuaciones de Felipe Reyes y Andrés Nocioni, que se marcharon al banquillo ovacionados (la del capitán fue la más sonora, porque vaya cuarto se marcó). Finalmente, y a pesar de haber perdido la friolera de 15 balones, el Real Madrid se llevó el partido (82-57) y, con él, el primer punto de la serie.

El próximo partido será el sábado, también en el Palacio, a la misma hora. Pero que nadie se relaje. Hoy Valencia no ha tenido el día, pero no siempre será así. Éste es el camino que debe seguir el Real Madrid, pero debemos tener cuidado y no dar por muerto al rival. 

Nos vemos el sábado. Que acabéis de terminar bien la semana.

Imágenes: ACB Photo y Real Madrid.


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