lunes, 21 de marzo de 2016

El gran enemigo del Real Madrid Baloncesto

Dada la "crisis" generada en la sección del balón naranja del club blanco tras las dos derrotas en una semana del conjunto de Pablo Laso y vista la agitación de ciertos aficionados, no puedo evitar preguntarme...¿quién o qué es el mayor enemigo del Real Madrid Baloncesto?



¿Serán algunas nuevas incorporaciones de este año?, ¿los árbitros?, ¿la clara disminución de la faceta defensiva?, ¿el cansancio?, ¿el polen que genera la primavera?.
Vale, quitando de la lista la última opción (dado que la estación acaba de empezar y no sabemos si algún jugador blanco será alérgico), podemos empezar a analizar los demás factores. En primer lugar, entramos en el debate de moda esta temporada: los fichajes. Exceptuando a KC Rivers (a quien consideramos un veterano más y cuya marcha no fue más que un mero trámite), lo cierto es que ni Trey Thompkins ni Maurice Ndour están dando lo que se esperaba, mientras que Taylor se salva por los pelos.

Segundo "enemigo" o, en este caso, "enemigos": los árbitros. Creo que nadie me discutirá (excepto quizá algún aficionado de otro equipo) que el criterio arbitral de algunos colegiados con el Real Madrid Baloncesto es, cuanto menos, chocante. No pretendo convertir al equipo en una víctima ni tampoco echarle la culpa a los árbitros de las derrotas de los madridistas, pero no me negarán que los criterios son muy laxos cuando se trata de calificar las acciones de los blancos. Pongo como ejemplo lo sucedido en el partido en Tenerife. Taylor recibía una falta táctica muy dura que los árbitros no consideraron antideportiva. Minutos más tarde, a Sergio Llull y a Felipe Reyes se les castigaba con antideportiva por faltas muy similares a la que había recibido su compañero, y, al querer protestar, les cayó una técnica. ¿Cuántas veces hemos visto cosas parecidas en los últimos tiempos? Creo que tanto los jugadores de Laso como los aficionados blancos cuentan ya con que les piten, al menos, una técnica por encuentro. No queremos que nos regalen nada, pero que tampoco nos lo quiten, ¿no?

A pesar del título logrado, las críticas siguen llegando / ACB Photo
Muy bien, pasemos a la disminución en la faceta defensiva. No se puede negar que está siendo uno de los factores más problemáticos del conjunto madridista este curso. El Real Madrid recibe muchos más puntos que la temporada pasada, y eso es un defecto que hay que corregir, especialmente ahora que viene el tramo más duro del año. Aprovecho para incluir aquí el cansancio. No olvidemos nunca que, pese a ser deportistas de élite acostumbrados a competir al máximo nivel, no son robots. Estamos en marzo, la mitad del equipo apenas descansó en verano debido a compromisos con sus selecciones, llevan muchos kilómetros, entrenamientos, lesiones y partidos a cuestas. Es una plantilla larga, pero, repito, no son robots.

Pido perdón si me he enrollado demasiado o si mis argumentos carecen de sentido, pero ahora llegamos al quid de mi cuestión. Polémicas arbitrales, cansancio, defensas y fichajes aparte, una servidora opina que el verdadero enemigo del Real Madrid Baloncesto es una parte de los aficionados (una minoría, por suerte). Sí, estamos hablando del mejor club de Europa, el más laureado, y eso conlleva una responsabilidad y una presión por ganar títulos importante, pero...¿de verdad es necesario llegar al extremo de descalificar a los miembros del cuerpo técnico día sí, día también?

Fuente: EFE
Parece ser que hay ciertos "individuos" entre los aficionados blancos que aprovechan el más mínimo desliz del equipo para entrar en el terreno de las descalificaciones, la mofa y hasta el desprecio contra los jugadores que defienden los colores del club del que se supone que son seguidores. No hay más que ver lo que sucede cada vez que el Real Madrid hace un mal partido o sufre una derrota. Twitter, Instagram y Facebook se llenan de comentarios negativos e incluso a veces ofensivos hacia los jugadores, Laso o demás cuerpo técnico. La autocrítica es un concepto aceptable y necesario cuando suceden cosas así, pero...¿llegar a pedir la dimisión de media plantilla, entrenador incluido, insultarles o poner en duda sus capacidades por un par de derrotas? ¿Decir que el equipo es una vergüenza? Se pueden pedir cambios de actitud y criticar errores cometidos, pero nunca, jamás, se debe llegar a la descalificación personal. Las redes sociales son una herramienta muy útil, pero también son un arma peligrosa. Es muy fácil esconderse tras un avatar cualquiera y ponerse a insultar y a despreciar cuando las cosas salen mal y, en cambio, presumir de ser los mejores aficionados del mundo cuando todo es color de rosa.

Quizá peco de inocente, pero, a mi modo de ver, el verdadero aficionado es el que está con su equipo en todo momento, celebrando en las buenas y consolando en las malas, apoyando siempre. Y, por suerte, el Real Madrid Baloncesto cuenta con una amplia mayoría de aficionados de verdad.

No olvidemos nunca que, al fin y al cabo, el baloncesto no es más que un deporte, uno al que amamos, sí, pero un deporte. Se puede ganar y se puede perder, pero nunca hay que dejar de animar y disfrutar del juego. Los chicos de Laso nos han dado (y nos darán) muchas alegrías, pero mejor aún, nos han demostrado una y otra vez que no se rinden y que siempre, siempre, van a luchar hasta el final.

Por lo tanto, yo sigo (y seguiré) subida al carro. Y sé que no soy la única.

Imagen portada: Euroleague.net

2 comentarios:

  1. Yo no lo hubiera expresado mejor pero estoy completamente de acuerdo en todo
    Sabes lo peor que algún día acertaran ya que ganar no es eterno

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  2. Yo no lo hubiera expresado mejor pero estoy completamente de acuerdo en todo
    Sabes lo peor que algún día acertaran ya que ganar no es eterno

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